Mochila Hidratacion Btwin 920
La mayoría de los mochileros querrán la capacidad extra de una mochila y solo agregarán una vejiga o van a llevar botellas de agua.
Los más bastante difíciles de adecentar son los sistemas con múltiples compartimentos o bien aquellos en los que no se puede introducir de forma fácil un cepillo, como las mochilas de cintura CamelBak. Estos suelen requerir repetidas rondas de lavado con agua caliente más un aditivo antibacteriano, y luego más lavado para suprimir el aditivo.
Prácticamente todas las mochilas que se fabrican hoy día son compatibles con la hidratación, con un orificio para la manguera como mínimo y quizá con su propio panel trasero.
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No llevo mi chaleco de hidratación para una carrera de menos de tres millas (5km). Acostumbraba a llevarlo a todas y cada una partes, mas ahora puedo concluir esas carreras lo suficientemente veloz como para no necesitar agua durante la carrera. Sencillamente me aseguro de tomar suficiente agua antes y tras la carrera.
Las mochilas tipo chaleco asimismo te permiten poner el peso en la parte delantera, lo que mejora la comodidad y el equilibrio al dar menos rebotes.
Estar deshidratado mientras corres puede tener serias consecuencias. En todos los acontecimientos a los que he asistido, carreras de obstáculos o maratones, los participantes habían descuidado la carrera por deshidratación. Algunos incluso habían sido mandados al hospital.
La otra ventaja significativa de llevar un chaleco de hidratación es la capacidad de almacenaje. Es recomendable, alcanzable y cómodo, en contraste a correr con voluminosos bolsillos cortos.
Frecuentemente nos olvidamos de hidratarnos más en una excursión de un día. La sensación de cercanía a la seguridad puede llevarnos a desatendernos, olvidando tomar o bien llevar suficiente agua.
Están libres en tamaños de 2 o 3 litros, al tiempo que muchos excursionistas se restringen a llevar una botella de agua con menos de la mitad de esa capacidad.
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He llevado mi chaleco de hidratación a todas las medias maratones, y seguiré haciéndolo. Muchos corredores están bien sin uno, pero prefiero llevar mi propia agua (con electrolitos) y no depender de las estaciones de agua.
Te animan a sostenerte hidratado. Es fácil tomar más y de manera constante. Las mochilas de hidratación son mayores, lo que te anima a llevar más agua.
Todos y cada uno de los acontecimientos de running tienen estaciones de agua a lo largo del recorrido. El montaje es siempre y en toda circunstancia el mismo: una enorme mesa llena de vasos de plástico y una fila de voluntarios que reparten vasos de agua (y en ocasiones bebidas deportivas) a los corredores.
Deberás adecentar el tubo con un cepillo largo y delgado y agua jabonosa, y después enjuagarlo.
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No obstante, el agua más accesible es la que llevas contigo. Si llevas agua, no tienes que pararte a por ella, y puedes tomarla a sorbos durante la carrera.
Muchos corredores desean eludir llevar algo en la espalda, puesto que incluso las mochilas más estables rebotan un poco, o el agua se mueve dentro de ellas.
Puedes retrasar la limpieza no utilizando bebidas azucaradas, dejando la vejiga llena de agua o guardando la vejiga vacía en una bolsa de plástico en el congelador. Pero en algún instante tendrás que limpiar todas y cada una de las vejigas y mangueras de hidratación.
Quizás corras en el parque local o en un sitio donde tengas acceso a fuentes de agua. Además, la mayoría de los acontecimientos de carrera tienen puestos de agua a lo largo del recorrido. Si es el caso, no precisas llevar agua.
Si bien una mochila de hidratación sea beneficiosa a lo largo de una carrera, no la llevo a todos los eventos. Aquí está mi consejo sobre en qué momento y dónde es útil.
Por último, pero no menos importante, un buen chaleco de hidratación prosigue siendo asequible. Bajo mi punto de vista, no deberías prescindir de esta pieza vital del equipo.
